viernes, 17 de mayo de 2013

"EL TRAGABOLAS" Acostumbrándonos desde pequeños.



El concepto era bien sencillo: cuatro hipopótamos, varias bolitas, el que se comiese mas, ganaba.

Pese a su sencillez era uno de los juegos de mesa mas divertidos para jugar con amigos.
Lo único que había que hacer era darle a una palanquita colocada en el culo del animal ¡Y a tragar bolas!

¿Por qué hipopótamos y no leones por ejemplo? No está muy clara la cosa. Pero sí es cierto que los hipopótamos gozaban, y aún lo hacen hoy, de una popularidad entre los niños que los hacen atractivos.


¿Quién no recuerda el anuncio de los pañales Ausonia con aquel hipopótamo gigante? ¿O los actuales Happy Hippo de Kinder?
Sin olvidarnos de Pepe Pótamo y su viento huracanado.

Sin embargo creo que no hay un animal mas complicado de pronunciar que este. Por eso en nuestra infancia también eran conocidos como: Hiponótamo, Hipotónamo o Hitopónamo, entre otras combinaciones.


Al final, como si de los Pelayos y su observación de la ruleta en los casinos se tratase, uno descubría con el tiempo que la base tenía una ligera inclinación que favorecía a uno de los hipopótamos y solía ser siempre el ganador.

Mas de uno se hubiese forrado con este juego si las apuestas fuesen legales entre los niños.




Hoy en día han sacado nuevas versiones del juguete pero no tienen el encanto del diseño y colorido básico original.


“Tragabolas” con su nombre ya anticipaba la cantidad de mentiras que nos tocaría tragarnos en nuestra infancia y en nuestra vida de adultos. De hecho creo que es un juguete promovido desde el gobierno para acostumbrarnos desde pequeños.


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