domingo, 30 de junio de 2013

"CINE EXIN" El cine sin fin... hasta que se rompía.




“Cine Exin. El cine sin fin” decía el anuncio y nada mas lejos de la realidad. La cosa se acababa en cuanto se gastaban las pilas o en cuanto la cinta de celuloide se rompía, que era casi siempre.

El eslogan venía a cuento de que una vez acabada la película que no duraba mas de un minuto volvía a empezar y podías entrar en un bucle en el que acababas odiando a la pantera rosa, a Tom y Jerry o a Piolín, aunque este último ya era odioso sin ayuda de ningún juguete.

 Hubo dos modelos diferentes. El primero y original fue el de color naranja, en el que había que instalar con cuidado la bobina de celuloide.


Viendo que la torpeza de los niños españoles era un problema para el correcto visionado de la cinta, sacaron un segundo modelo de color azul en el que las películas venían en un cartucho mucho mas fácil de instalar.




Pero el resultado era prácticamente el mismo.
En ambos había que dar a la manivela hacia adelante o hacia atrás si querías ver como el pato Donald retrocedía sobre sus pasos librándose de una caída, para a continuación volver a acelerar la manivela y precipitar al pobre pato hacia un destino del que nadie podría librarle.

 
Fue nuestro primer “YouTube” porque podías elegir que pequeña pieza querías visionar una y otra vez. Y la forma de ver cual de las películas tenía mas visitas era viendo el deterioro de cada cinta.



Lo decepcionante era que no tenía sonido. Aunque eso no era del todo cierto porque el “cra, cra, cra” de la manivela era infernal. Y aun resuena en nuestros oídos como síntoma de una gran secuela que dejó en los niños que jugamos con él: un amor especial por el cine. 





domingo, 16 de junio de 2013

"LOS CLICKS DE PLAYMOBIL" Esos hombrecillos sin codos.



Fueron creados por un alemán llamado Hans Beck, un carpintero que comenzó su carrera fabricando pequeños juguetes para sus hermanos pequeños.Fue una especie de Gepetto que consiguió que finalmente sus muñecos cobrasen vida. Una vida que ha continuado mas allá de la muerte de su creador.




Y lo hicieron en las manos de niños de todo el mundo, compartiendo con ellos aventuras, luchando en barcos pirata o guerreando en fuertes Comanche. Pero eso si, siempre con una sonrisa pintada en sus caritas.




Los Playmobil (que en los setenta los conocíamos como “Clicks de Famobil”) siempre fueron mis muñecos favoritos. Muy por encima de otras figuras de la época como los “Airgamboys”, los “Madelman” o los “Geyperman”. Y de hecho son los únicas figuras de su generación que han sobrevivido en el mercado.



Quizá es porque la idea del visionario juguetero de alejar sus figuritas de las modas pasajeras y mantener intacto el encanto de lo sencillo, que no de lo simple, es lo que ha hecho que perduren en el tiempo, convirtiéndose en un auténtico icono de la cultura popular. 



Esas manitas curvadas con forma de U podían manejar arcos, flechas y hasta timones de barco, pero desgraciadamente no podían llevarse nada a la boca, porque los Clicks, al carecer de codos, cualquier copa o alimento se lo tiraban por detrás de la espalda.


Entonces surge la gran pregunta: ¿Como han podido sobrevivir hasta hoy si no podían autoalimentarse?
Y volviendo a jugar con ellos descubrí la respuesta.                            
En su carencia se encierra su gran lección: dándose de comer unos a otros.
Tal vez, nuestra sociedad de carne y hueso debería aprender de esa otra pequeña sociedad de plástico que, como casi todo en la vida, lo que hace que un juguete tenga autentico valor, es compartirlo.
Y siempre con una sonrisa, tal y como Hans la pintó.               




martes, 4 de junio de 2013

"MALDITO NARANJITO" ¿Qué fue de la mascota del Mundial 82?




Mucha gente se suele preguntar que fue de grandes astros del fútbol…
Pero muy pocos nos preguntamos… ¿Qué fue de… el naranjito?
Aquella mascota horrorosa, híbrido de cítrico y futbolista, que resultaba de lo más inquietante…
Porque si llevaba siempre un balón de reglamento bajo el brazo… ¿Qué tamaño tenía esa naranja?

Pese a haberse convertido en un personaje maldito. Fue sin duda la estrella del 82.
Había todo tipo de merchandising con su anaranjada efigie: gorras, camisetas, llaveros, ¡Hasta escobillas de bater!
Era como Beckham pero en fruta.

Tuvo hasta una serie de dibujos animados, tan mala y aburrida que los Fruitis a su lado parecen de Disney. En ella conocimos a sus mejores amigos: Clementina y Citronio. (Efectivamente se trataban de una mandarina y un limón)

¿Cual era el autentico objetivo de esa serie? ¿Odiar la fruta…?
¡Aquel año, de postre, solo queríamos yogur...!

Aunque las mascotas de los otros mundiales tampoco es que fuesen 
un exponente de buen gusto como se puede ver en esta galería de los horrores. Ojo especial a Willie y Gauchito.




Pero lo bueno que tuvo el Naranjito, es que vendía valores positivos al rechazar la dictadura de los cánones estéticos, demostrando que se puede ser una estrella aunque tengas piel de naranja.



Existen muchos rumores sobre el oscuro destino de este personaje que lo fue todo…
Algunos dicen que acabó fatal en un anuncio de refresco “Radical”

Otros rumores decían que era gay y que se lió con un limón del Caribe.
Incluso se rumoreaba que tuvo una hija secreta que triunfó en el mundo de la canción. Una tal Mónica…

Aunque solo son especulaciones, porque en realidad, nadie ha sabido jamás que fue de “El naranjito”
Pero pensad en ello la próxima vez que os toméis un zumo…


domingo, 2 de junio de 2013

"HEIDI" La increíble historia de la niña cabra.



Una cría correteando en bragas por los Alpes suizos, esquivando cabras bajo la atenta mirada de un anciano barbudo y su perro pachón.
Semejante estampa resulta imborrable en nuestra memoria catódica.

Está claro que a Heidi le gustaba Pedro y a Pedro le gustaban las cabras. Eso explica el deseo oculto de Heidi, que ya venía loca de casa, de convertirse en una de ellas.

En un entorno familiar como este, raro era que la pobre Heidi no estuviera desquiciada.

Todos sabíamos que Heidi era bipolar. Tan pronto estaba soltando unos lagrimones como peras de conferencia, que  estaba sobreexcitadísima con una alegría que daba asco verla. No tenía termino medio.

Pero a pesar de todo, esta lacrimógena serie japonesa basada en la novela de la suiza Johanna Spyri, mantuvo a toda España, y no solo a los niños, pegada al televisor semana tras semana para seguir las andanzas de tan irritante criatura durante 52 interminables capítulos.

La serie estaba llena de personajes memorables que aún hoy se usan de referencia en chistes y comentarios como la pobre niña paralítica Clara Seseman o la estirada y castrante Señorita Rottenmeier.


La sintonía de esta serie enseguida se convirtió en un hit pese a ser en japonés.
“Oshiete” pronto fue traducida a nuestro idioma como “Abuelito dime tu”. Un temazo con estribillo tirolés que nos ha quedado grabado para siempre.


Que en Suiza el personaje de Heidi fuese un fenómeno es algo comprensible puesto que son suizos tanto la autora como el enclave en el que se desarrolla la historia.
De hecho existe “Heidiland”, un destino turístico en los Alpes donde el visitante puede recorrer los lugares donde ocurrieron las andanzas de esta niña de ficción, pudiendo incluso visitar una recreación de la cabaña de Heidi.



Si alguien está pensando en visitar algún día este lugar, se le quitarán las ganas en cuanto vea esta foto. Pequeña muestra del horror que puede suponer la visita.



Pero lo que aún no tiene explicación es la enorme popularidad que tuvo Heidi en nuestro país.
La Heidi-manía fue tal que dio lugar a un insólito concurso que muy poca gente recuerda: una de las mas altas expresiones del bizarrismo patrio. Un concurso a nivel nacional para encontrar a la “Heidi” española.
Y por supuesto la encontraron.




Rosa María Jaén fue la desafortunada niña que tuvo el dudoso honor de parecerse a la niña de los Alpes.
La vistieron, peinaron y maquillaron para que el parecido fuese aún mayor, y el trauma y las secuelas que esto pudo causar en la pobre niña, sin duda fueron incurables.






Su carrera empezó y acabó el mismo día en que ganó el premio.
Al igual que Bela Lugosi acabó sus días durmiendo en un ataúd creyéndose que era Drácula, o Johnny Weissmuller pegando gritos creyéndose Tarzán, porque el público solo les reconocía por el personaje que les dio fama, no sería de extrañar que la pobre Rosa María hoy esté trotando por algún monte de Sierra Morena en ropa interior y con las mejillas pintadas de rosa gritando: “O-de-lei-de lei -i-u”.


lunes, 20 de mayo de 2013

"LAS PANTERAS ROSAS" Bollería fina.



Surgieron como una moda pasajera aprovechando el éxito de la serie de dibujos animados. Pero fue tal su acogida que han pasado décadas desde que la serie se dejó de emitir y sin embargo los pastelitos siguen vendiéndose.




Este popular pastelito fue el niño mimado de la familia de bollería industrial de Bimbo, formada por “Bony”, “Tigretón” y el desaparecido durante dos décadas “Bucaneros”


Eran la competencia directa de otro pastelito: el “Phoskitos”
Decía su slogan: “Phoskitos, regalos y pastelitos”
Y de hecho los comprábamos por el cromo.

Me viene a la memoria un chiste de la época tan malo como apropiado:

-Tu padre es un proscrito
-Si, y el tuyo un Tigretón



Pero donde esté una buena Pantera Rosa, que se quiten todos los demás.
Hasta la alta cocina creativa de hoy en día ha flirteado con el concepto, tratando de imitar en sofisticados postres su sabor y color.


Y aunque es cierto que yo podría alimentarme únicamente con estos pastelitos, reconozco que muy saludables no son.
De hecho no hay ningún alimento en la naturaleza con ese color.
Se conoce el caso de un niño que tras una sobredosis de Panteras Rosas llegó a brillar en la oscuridad.



viernes, 17 de mayo de 2013

"EL TRAGABOLAS" Acostumbrándonos desde pequeños.



El concepto era bien sencillo: cuatro hipopótamos, varias bolitas, el que se comiese mas, ganaba.

Pese a su sencillez era uno de los juegos de mesa mas divertidos para jugar con amigos.
Lo único que había que hacer era darle a una palanquita colocada en el culo del animal ¡Y a tragar bolas!

¿Por qué hipopótamos y no leones por ejemplo? No está muy clara la cosa. Pero sí es cierto que los hipopótamos gozaban, y aún lo hacen hoy, de una popularidad entre los niños que los hacen atractivos.


¿Quién no recuerda el anuncio de los pañales Ausonia con aquel hipopótamo gigante? ¿O los actuales Happy Hippo de Kinder?
Sin olvidarnos de Pepe Pótamo y su viento huracanado.

Sin embargo creo que no hay un animal mas complicado de pronunciar que este. Por eso en nuestra infancia también eran conocidos como: Hiponótamo, Hipotónamo o Hitopónamo, entre otras combinaciones.


Al final, como si de los Pelayos y su observación de la ruleta en los casinos se tratase, uno descubría con el tiempo que la base tenía una ligera inclinación que favorecía a uno de los hipopótamos y solía ser siempre el ganador.

Mas de uno se hubiese forrado con este juego si las apuestas fuesen legales entre los niños.




Hoy en día han sacado nuevas versiones del juguete pero no tienen el encanto del diseño y colorido básico original.


“Tragabolas” con su nombre ya anticipaba la cantidad de mentiras que nos tocaría tragarnos en nuestra infancia y en nuestra vida de adultos. De hecho creo que es un juguete promovido desde el gobierno para acostumbrarnos desde pequeños.


lunes, 13 de mayo de 2013

"TORREBRUNO" Menudo personaje.




Hubo una vez un hombrecillo que dividió al mundo en dos grandes grupos: Tigres y Leones.
Ese hombre fue el pequeño y gran Torrebruno.

Un italiano muy bajito con una cara risueña que a pesar de vivir durante décadas en España, nunca perdió su peculiar acento italiano

Desde que asomó su cara por la pequeña pantalla conectó con los niños que nacimos en los setenta. Quizá por su estatura y su humor naíf le veíamos como uno de los nuestros.

Su nombre completo era Rocco Walter Torrebruno, y sinceramente creo que no es posible tener un nombre mas “guay” que éste.

Aunque se hizo muy popular como estrella infantil su carrera estuvo orientada desde el principio a la canción melódica.
Fue ganador dos veces consecutivas del Festival de San Remo, un certamen musical que ha lanzado a conocidas figuras de la canción como por ejemplo Madonna.

Pero en España todos le conocimos por canciones como “Rocky Chaparro”, “Tigres y Leones”, “Don Pelanas”, etc…
Nada que envidiar a “Like a Virgin” o “Express yourself”.
Pocos saben que además Torrebruno fue telonero de los Beatles en 1965 cuando dieron su concierto en Madrid.


Aunque fue en Televisión Española donde se convirtió en un ídolo infantil, algo que marcó para siempre su vida y su carrera.

Presentó y colaboró en programas como “Sabadabada”, “Dabadabada”, “El recreo” o “La Guagua”

Y hasta tuvo su propia película: “Rocky Carambola”
Pero como su fuerte siempre fue la canción, sacó un montón de discos.


              




Atención al título del primer tema: “Me duele el culito papá”








Aquí podéis ver y oir momentazos televisivos de Torrebruno, entre ellos la canción "Tigres y Leones" Además en estas imágenes os reencontraréis con estrellas infantiles del momento que recordándolas a mas de uno se le pondrá la piel de gallina.



Desgraciadamente lo último que se publicó en prensa sobre él antes de su muerte, fue un supuesto romance con Yola Berrocal. 
Ambas noticias muy tristes.


jueves, 9 de mayo de 2013

"EL TANG" Zumo en polvo recién exprimido.




Es difícil saber como una madre, obsesionada por naturaleza con que te tomes el zumo de naranja a una velocidad inhumana para que no se le vayan las vitaminas, pudo haber confiado en el Tang para el crecimiento sano de sus hijos.

Unos polvos en sobre que se echaban al agua ¡Y listo!
Eran como un “Frenadol” pero a lo bestia, porque el sobre daba para una jarra, y puestos a ahorrar, para dos.

Siempre he pensado que era tiza naranja triturada. Porque tenía el color de una tiza naranja, el tacto una de tiza  naranja, y una vez disuelto en agua… ¡Sabía a tiza naranja!

Los ha habido de sabores clásicos como el limón o fresa y hoy en día, mas atrevidos como mango, maracuyá o guayaba, pero su sabor está tan alejado de esas frutas como los países tropicales de los que proceden.


Pienso que las madres acababan dándonos esos zumos diabólicos para no sufrir el desperdicio vitamínico de las naranjas de verdad.

“¡Que se le van las vitaminas!”

¿De donde les vendría esa fobia?
Por rápido que tomases el zumo siempre les parecería demasiado lento para no sufrir la terrible perdida.

“¡Que se le van las vitaminas!”

La única forma de que quedasen satisfechas, sería conectándote el exprimidor por sonda intravenosa.

“¡Que se le van las vitaminas!”

Pero ¿A dónde se van las vitaminas de los zumos de naranja?
Nadie lo sabe.
Aunque si existe un cielo para las vitaminas, el infierno sin duda es un sobre de Tang.



miércoles, 8 de mayo de 2013

"LOS ROTULADORES CARIOCA" Colorín colorado, este rotu se ha acabado...





Había una expresión de antaño para decir que algo duraba muy poco, que era: ”Dura menos que un caramelo a la puerta de un colegio”
Y si ese caramelo tenía droga dentro, como solían advertirnos las madres, duraría menos aún.
Pero esos tiempos ya pasaron y habría que actualizar la expresión diciendo “Dura menos que un rotulador Carioca”

Porque los que hemos usado estos rotuladores sabemos dos cosas: que si lo dejabas abierto se secaba y que si rellenabas un dibujo de un solo color se gastaba.

Había cajas de 12, de 24 y de 36 colores
Imagino que los niños que tuvieron la caja grande hoy en día serán pintores de renombre y expondrán en Arco.

Yo tenía la normal, la de clase media: la de 24.
Y con estos “rotus” o “retus”, como los mal llamábamos, descubrí por primera vez en mi tierno pellejo lo que es la estafa, porque ponía: “Carioca. Caja de 24 colores”
¡Y era mentira! Había solo 23, porque uno era blanco y no pintaba.

Algún ingenuo dirá: “Es que igual era para pintar sobre superficies oscuras…”
Mira, no. Tu hacías una raya blanca sobre una cartulina negra y es como si la raya se la hubiera hecho Maradona. No quedaba ni rastro.

Además en el cole, en la clase de pretecnología, nos enseñaban que cuando se mezclaban colores básicos se obtenían otros diferentes.
Es decir, azul con amarillo, salía verde.
Azul con rojo, salía morado…
Pues hay que decir que con los Carioca da igual que color mezclases, porque el resultado siempre era el mismo: ¡Caca! ¡Color caca!

Había sin embargo otras marcas que nos inspiraban menos confianza aún, pero que como eran mas baratas, pues se vendieron bastante. Sobre todo una que tenía un nombre que me encantaba: “Potombo”

Aunque los rotuladores que me hicieron feliz por muchos años, porque aunque se gastasen, aún podías seguir jugando con ellos, eran unos con forma de ratón, y uno especial con forma de gato que los borraba. Esto ya era lo más.


Pero no quiero acabar sin decir algo a favor de los Carioca. Y es que si que había una forma de que los colores durasen mucho, pero mucho tiempo: cuando te manchabas las manos con ellos.


lunes, 6 de mayo de 2013

"LOS LACASITOS" Adicción a las pastillas.




Uno veía a su abuela tomar todos los días unas pastillas con colores apetecibles y se preguntaba a que sabrían esos curiosos caramelitos.
Y para satisfacer nuestras apetencias lanzaron a la venta los Lacasitos. Grageas de colores brillantes que podías comer hasta hartarte.
A diferencia de otras chuches, el color importaba poco, ya que fuesen rojas o verdes, el sabor siempre era el mismo.
Pese a esto, curiósamente, las que siempre quedaban para el final eran las de color chocolate, quizá por ser demasiado obvias. 
Se vendían en tubos similares a los de las pastillas de las farmacias. Primero de cartón y posteriormente de plástico. Y en las confiterías de barrio se vendían a granel.

Su éxito hizo que los kioskos se llenaran de lentejitas similares, digamos de marca blanca.
Y claro, los Lacasitos tenían que diferenciarse de los plagios baratos y mantener su posición en el mercado. Y se les ocurrió hacerlo estampando su nombre en cada pastillita. Hasta hicieron una campaña televisiva con el slogan: “Solo son Lacasitos si pone Lacasitos” Y ojo, que esto lo decía un chimpancé, porque ya se sabe que estos simios siempre han tenido mucha credibilidad.

Pero la letra era tan pequeña y la tipografía tan ilegible que podía poner “Lacasitos” o “Trombocíl”

La cosa es que funcionó y hasta hoy sigue su nombre escrito con una letra de monje miniaturista medieval.

Pero un terrible acontecimiento acabó para siempre con la tranquilidad de los Lacasitos: la invasión americana de los M&Ms. Cacahuetes cubiertos de chocolate y una capa de color similar al de las pastillitas españolas.


 Se lanzaron con una campaña que decía:

“Se deshacen en tu boca, no en tu mano” 
(Slogan éste con varias lecturas)


¡Zas! Golpe bajo a los Lacasitos. Porque ese era justamente su punto débil.
Si sostenías mas de cinco segundos un puñado en la mano se te quedaba como un cuadro de Miró.

Además, aunque los M&Ms también tenían escrito sobre cada uno de ellos un distintivo, en este caso, mucho mas acertadamente era solo una inicial: “M” Con la reconocible tipografía de la marca.

No todo el mundo sabe que M&Ms es todo un emporio que tiene en las principales capitales del mundo tiendas gigantes que parecen parques temáticos.

Yo he visitado la de Londres y la de New York, que está nada menos que en pleno Times Square, y me he quedado ojoplático ante la idea de un Corte Inglés de varias plantas en el que en vez de vender cafeteras, zapatos y perfumes, solo venden pastillas de chocolate.


¿Para tanto dan de si unas simples bolitas?
Pues si. Han puesto cara a los M&Ms y los han convertido en personajes que ilustran gorras, camisetas y todo tipo de productos absurdos que venden como rosquillas en un entorno saturado de tubos de cristal gigantes llenos de pastillas de colores de lo mas variado.
Es tal la gama de colorido que se podría hacer un mosaico de “Las Meninas” a base de M&Ms sin echar en falta ningún tono cromático.

La gente se lanza en masa haciendo colas gigantes, como si no hubiesen visto un cacahuete en su vida.

Pero volviendo a España, Lacasitos se dio cuenta de que tenían que volver a recuperar su status y lo hicieron con un nueva campaña publicitaria con la que voy a terminar para que la meditéis.
El anuncio era de lo mas persuasivo, sobre todo por los argumentos de peso que te daba.
Decía así:
“U - i -u - a - a - pim - pam… ¡Toma Lacasitos!"
Oye, pues me ha convencido.